miércoles, 23 de febrero de 2011

Cuento

(La bella y la bestia, 1946)
Hace tiempo una mujer en su soledad y desesperanza tubo que inventarse un amor. Un amante capaz de comprendería y protegerla, alguien que la deseara por quien ella era, que simplemente la amara, un alma gemela que compartiera con ella la vida. Pero un día ese amor fue descubierto, mutilado por desdeñosas palabras de desprecio e incomprensión. La mujer desolada por este hecho al borde de la muerta quedo. Los días pasaban mientras la vida le escurría entra las mano, su corazón y alma quedaban erosionados. Un día mientras contemplaba el olvido y admiraba la muerte a travez de su ventana, descubrió entre lagrimas que alguien la miraba, Un pobre animal desprotegido, abandonado a su suerte por terribles amos que sin misericordia de el hicieron un saco de huesos. El animal se acerco con cautela, mientras, ella solo lo miraba, se veía reflejada en lo oscuro de sus ojos, en la tristeza de su lamento. Un niño que sin vergüenza ni encanto caminaba en pleno desenfado tomo del piso un piedra, el animal peso que estaba en la mira. Gritando al tiempo !LOCA! el mocoso no arrojaba el proyectil en su encontrar. El perro sin dudarlo pelando dientes y mostrando una fuerza estremecedora batió en seco al niño que en grita desesperado por ayuda. La mujer sin dudarlo supo que el perro seria acribillado por un oficial o lapidado por los mirones, con lentitud pero fortaleza puso en pie su cuerpo y camino en paso tendido al portón. Cuando abrió vio que el niño sangraba a borbotones, un creciente sonido le anuncio que la ayuda venia en camino. El pobre can se encontró acorralado en un segundo, su mirada pasaba de una lado a otro mientras corría en busca de una salida. en un momento las miradas se cruzaron y el animal comprendió la bienvenida, en un salto estuvo a la sobra de la mujer que cerraba con apuro la puerta. El niño entre sollozos y lagrimas lo miro con odio, pero en recompensa a este atrevimiento solo recibió por parte del animal una mirada fulminante, el gruñido y la blancura de sus colmillos. Las heridas fueron tratas, el daño fue serio, el jamas caminaria sin ayuda. Del animal y la mujer no se supo más nada aunque en su búsqueda fue la policía, el pobre niño por siempre quedo marcado, un pie inútil alimentaba todos los días la rabia, desprecio y miedo que tenia por los canes, ahora era el quien miraba a lo lejos desde su ventana a los niños que sin el jugaban y soportaba las burlas que en contra de el propinaban. Mientras esperaba a la puerta del colegio por la llegada de su madre una mujer hermosa paso a su lado. El niño envalentonado por su belleza de inmediato quiso gritar algún piropo pero de su boca no consigo emitir ni un soplo. Un gruñido lo dejo seco, frió, helado. Las bestia dominante paso a su lado sin quiera mirarlo mientras de su ama solo se escucho. ¡Déjalo ya ha pagado su descaro!. La madre corre desespera al ver a su hijo desfallecer sin entender nada. La mujer y la bestia se alejan, se pierden entre la muchedumbre que a la escuela llega, la madre en el suelo solo gira la cabeza mientras el el niño es su regazo llora olvidando cualquier entereza. 

lunes, 21 de febrero de 2011

Imaginando.

Siempre pensando.....

Impaciente,
Aduladora sonrisa,
Labios delgados,
La observo.

Me hundo en su mirada,
Pura,
Fresca,
Suave.  

Me clavo en su ser,
La imagino,
Cada lunar,
Su cabello.

Aprendo de sus palabras,
Como si fuera un juego a ciegas buscando,
Sumergida en los pensamientos,
En tus propios sueños.

Así te remembre,
Porque así es como te quiero,
De la forma en que te pienso,
De la forma en que te veo.

martes, 1 de febrero de 2011

Yo...!

Foto por Aby... gracias


… la memoria nos muestra colores, sabores, olores, incluso algunas sensaciones… pero siempre son sustancia, algunas, la mayoría sin ser finiquitadas…

Al final la voz a cedido, repetir tanto las mismas palabras tiene sus consecuencias, pero debes comprender que la repetición tiene como fin obligar a la mente dar por verdadera alguna idea.
Me canse de esperar que las palabras que tanto desee salieran de tu boca, me he agotado. Decidí simplemente repetirlas. Fuerza de voluntad o simple negligencia.
Otra vez me encuentro aquí, entre dos realidades, con la encrucijada que trae hasta mi esta decisión. Es momento de hacerlo. Realidades tan alejadas la una de la otra. En una están las cosas que hemos vivido, llena de felicidad y de dicha. Alegremente la evoco, tan falsa como tu sonrisa. Cuanto más veo al otro lado, te alejo de mi vista, solo veo pesadez, desdicha y tal vez un poco de injusticia. La realidad se asoma esperando golpearme en la frente.
Ahora mis palabras son otras, en murmullo pregunto constantemente…
¿Cual es me decisión?
 Esperando que alguien rompa el silencio.