jueves, 17 de mayo de 2012

¿!Hipster!?


Una de las cosas que me molestan cuando alguno de mis colegas o amigos me llama hipster, es que el tema se ha convertido en la discusión pasionalmente risible, una especie de moda intelectual capaz de desplazar temas mucho más irrelevantes, irreverentes, apasionantes, todos tan kich. El bullyng es buen ejemplo, no sé en qué momento los estado unidenses descubrieron que ser “manchado” con alguien mas estaba mal, y que en realidad es un problema grave. Lo curioso fue desde que surgió el tema, el bullyng  se convertiría en patrimonio cultural en el país vecino. Bien podríamos preguntarles a los países de Medio oriente y otros,   que podrían quejarse con la ONU por sufrir tan terrible mal. Por otro lado pero con la misma desparpajes del tema: ¿Donde quedaron los días en los que México golpeaba (lamentablemente de manera literal) a los niños “emos”? Eran bueno días, la gente pasaba teorizando y polemizando sobre estos niños carentes de personalidad y autoestima. Programas de chismes, noticieros, programas radiofónicos, el Facebook les dedicaron un espacio, vamos fueron sus 15 minutos de fama. No todo salió mal, con estos amiguitos del delineador negro, gracias a ellos sociedad mexicana descubrió nuevos usos para el Facebook, ya aprendimos a llamar a una turba que clame por violencia. Bueno hasta Mujer casos de la vida real y Lo que callamos las mujeres, programas de tradición y renombre familiar les brindaron sendos espacios a estos estimados “neo punk dark satánicos powerpoperos emocionalmente activos jóvenes”.

Eso solo por mencionar algunos temas de tanta importancia intelectual, como Warhol lo predijo los 15 minutos expiraron. El nuevo blanco de tales miradas tubo que caer sobre estos pobres muchachos cuyo único logro, para alegría personal, es hacer que el sombreo, las gafas y bigote (aunque podría prescindir del último) se vuelva a poner de moda. Nadie ha podido ponerse de acuerdo de lo que es un hipster, a ciencia cierta ni yo mismo lo entiendo. Cosa que me desagrada en sobre manera, como defender algo que por concepto desconoces. Encasillarlos como parte de una corriente ideológica, o una tribu urbana tiende a ser absurdo.  Artistas alternativos, fotógrafos amateurs, publicistas alternativos o altermundistas buscando cambiar el sistema desde dentro. Lo que si me es claro es que el hipster “promedio” pertenece a esa generación perdida que fue capaz de tres cosas ejemplares: reinventar el antiguos estilos convirtiéndolos de algo retro chick a algo cool in. Además lograron sin prerrogativa alguna cambiar concepto del desempleo y renombrarlo freelance, y, aunque no me queda muy claro aun el cómo, se sustraen de cualquier corriente política. 

Definir a un hipster se ha vuelto una de las tareas más desidiosas de mi vida, discutirlo es están desgastante como hablar de política en tiempos electorales o de religión en plena visita papal. Acabar por entender como AMLO explica su propuesta económica, con todo y contradicciones en el uso de las concesiones del monopolio gubernamental es más sencillo. Incluso es más sencillo explicar a mi padre de izquierda reaccionaria revolucionaria e instantáneamente priista que la visita del papa nos cuesta por qué obedece el carácter de “representación gubernamental no religioso” suena fácil. Identificar a un hipster equivale a las mismas complicaciones. Todo y, nada lo es hipster.

Las gafas de pasta, aunque la mayoría use por prescripción, es parte del look, pero Leonard (The Big Bang Theory) no es hipster. ¡Nerd!. Dejarse el bigote como refrendo de la masculinidad o imagen de una joven maduro es hipster, pero el mostacho renacido del Tuca Ferreti no podría formar parte de tal gremio intelectual. Qué decir de las fiestas aristocráticas de La Condesa donde el pulque fluye en ríos interminables de narcicismo icónico, tomar vino si es de tetrapack en copa no es hipster (debería ser pecado capital). Una dieta vegetariana medianamente orgánica es hipster (Y qué difícil es en un país este hacerlo). Los tacos de birria suadero o caldo de barbacoa. No, aunque los comas en platos de barro en el mercado. Convertir a Steve Jobs en un ícono ideológico de los hipster está bien. Pero Bill Gates, no, el es más bien un ejemplo capitalista. Que importa que ambos fundaran monopolios tecnológicos. Escuchar música independiente o jazz es hipster, pero Kamila y Yanni No. Coleccionar Transformers de los 80´s es hipster (también Nerd), decir que Transformes es una buena saga cinematográfica no. Ver cine de arte o de culto como Vodka Limón o Pulp Fiction es hipster, Avatar, Titanic,  Amarte duele, o  Rudo  y Cursi. No.

Definir o analizar de manera objetiva, por sana curiosidad este: ¿movimiento?, ¿tribu urbana?, ¿orden secreta?, ¿gremio intelectual?, ¿Comuna aristocrática? Crea más preguntas de las que puede responder. ¿Existen una iniciación?, ¿Hay algún anticuario central donde encuentres ropa de tantas clase estilo y épocas?, ¿ya no es ofensivo o de mal gusto usar gafas oscuras y sombrero  recintos cerrados?, ¿dotes artísticos nos permiten disparar indiscriminadamente nuestras cámaras fotográficas?, ¿Quién es hipster? y ¿Cómo se reconocen entre ellos?

Lo que si me queda claro es que somos capaces de mirar con otros ojos nuestra realidad, somos privilegiados al contar una vista tan esplendida.  ¿Cuándo La Condesa es el equivalente inmediato al soho de Nueva York? A nuestros ojos los canales de Xochimilco (bellos sin duda) son nuestras Little Venecia, mientras que el Tianguis Cultural del Chopo es una referencia automática a los mercadillos de Liverpool. Desde siempre el mexicano ha tenido una exquisita sutileza oral, los neologismos y anglicismos que usamos con cotidianidad son tan extensos como el diccionario de la Real Academia Española de la lengua. Es por eso que escuchar las palabras chido y trending topic me parece redundante  y divertido a la vez. La realidad es que nada de lo que leíste hace unos momentos contiene coherencia. Me explico. Ninguna de esta distinciones vale cuando la gente no para de usar adjetivos como nuevos hippies para definirnos, el por qué, sencillo salvo un pequeño detalle. El hipster comparte características con tal gremio, la comida orgánica confección de ropa propia y cierta psicodelia. La característica que separa a los unos de los otros, de todos los todos en realidad. Es el ventajoso poder adquisitivo. Es que para ser hipster es necesario cierto poder adquisitivo que te brinde movilidad cultural, intelectual y tecnológica, convirtiéndonos en los primos “fresas de los hippies”. Ni la cámara fotográfica o las gafas de diseñador son baratas.

Ahora que lo pienso podría acudir a amigos y colegas. Científicos sociales, intelectuales, personajes públicos, analistas, agremiados y colados. Podrían ustedes definir y explicar que es un hipster y como se identifica. Creemos taller prácticas de campo o laboratorios especializados para su estudio, aseguro ser uno de los primeros voluntarios. Tal vez así me dé una idea de cómo reaccionar al  escuchar. ¡Eres hipster! … y no sentirme como un emo 2.0