miércoles, 29 de junio de 2011

Sería en nuestra última despedida

Casa de la Cultura Diego Rivera, León Guanaguato.

¿Sería en nuestra última despedida? aquella en las que en mis brazos llorabas, en esa que uno al otro se consolaba, aquella en la cual entre promesas y despedidas te vi alejarte. Tal vez los sea, o tal vez me equivoque.  Por ello este será uno de mis regalos. No serán rosas, no serán poemas, ni siquiera serán fotografías. Solo serán las más sencillas palabras. 

Me gustaría decirte las palabras más profundas,  más sinceras... incluso las más amorosas… Me gustaría... Pero, no diré nada; nada que tú tal vez ya sepas. Quisiera curar las heridas, llenarnos de hermosas vivencias, devolverte aquella sonrisa que tantas veces nos devolvió a las alegrías. Abrazarte  en sueños, y reacomodar nuestras vidas. 

Pero estaría equivocado, descubriría que los sentimientos de los que tanto hemos hablado solo son un oscuro misterio, que nuestras miradas en compasión se cruzarían, que nos envolveríamos en tontas palabras que esconderían nuestro llanto.

Te sintiendo, comparto el miedo que hoy tengo, suplicando por que cuando la estación cambie no sea otra despedida. Aquella que tal vez en dolor otra vez nos una. Por eso te hago este obsequio, una vez más palabras frías, esperando que el corazón se resigne, para que tal vez la próxima solo sea una bienvenida.