Bello ángel de alas oscuras, tan brillante que deslumbras
con lo sombrío de tu resplandor. Bello ángel que solo conoces de las simpleza
del cariño y de lo complicado del amor. Que daría yo por mostrarte lo que
significar vivir profundamente enamorado, sin palabras que te encasillen.
Bello ángel cuanto deseo idolatrarte, protegerte. Enseñarte
y aprender de ti. Como es que mi domino sobre ti se desquebraja en tu presencia,
con toda mi fortaleza caigo rendido por tus palabras. Actos todos viles, todos
agobiantes, lacerantes, ofensivos tan inocentes ellos, todos.
Como no perdonar tu arrogancia si solo es muestra de ingenuidad.
El deseo de ser aquel que siempre cerca, siempre alejado de tu presencia. Aprendiendo
de ti, enseñándote, enamorándote, idolatrando a la bestia angelical que me tiene
en sus manos con un solo silbido.
Dominarte con un susurro, rosando con mis labios las
comisuras de sus oídos; Lentamente, casi en silencio. Con cada palabra un
suspiro, tomando sus manos, domando su cuerpo. Jugar con su ser mientras los
nervios le dominan: temblando.
Demonio angelical que en mis brazos has caído. Aprisionado,
con tu espalda en mi pecho en tu cuello cada palabra repetiría, liberando solo tus
alas, te besaría en el cuello. Tiernamente. Ligeramente. El silencio con su
calor a ambos abrazaría.
"P.D. a MILI"
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